El Centro de Tecnificación de Alicante sigue siendo, regularmente, triste protagonista del deporte alicantino. Hace poco más de un año sufrió un apagón en pleno partido decisivo del Lucentum ante Canoe, aunque el mal endémico que arrastra la instalación son las pertinaces goteras que sufre cada vez que llueve.
Este fin de semana salió la noticia de que la Generalitat se plantea una obra de gran envergadura para poner solución al problema de las goteras. Esta medida evidencia el desperdicio de los 300.000 euros invertidos hace un año para impermeabilizar la cubierta de la instalación. Da miedo pensar en el coste de esa 'obra de gran envergadura', aunque el sentir general es que a lo mejor costaba menos hacer una instalación nueva y en buenas condiciones.
Hace un tiempo repasamos en el blog la historia de una instalación plagada de problemas desde el mismo momento en que se concibió. Retrasos, sobrecostes, prisas y falta de utilidad para un proyecto que ha visto pasar responsables de todos los partidos políticos sin que nadie tomara medidas para solucionar sus problemas, aunque ahora a todos les guste escurrir el bulto y echar la culpa al de enfrente en lugar de solucionar los problemas.
En los siguientes artículos podéis recordar todo la historia de una instalación que casi comenzó 'maldita' desde sus inicios:
- Capítulo 1: Todo empezó en 1985
- Capítulo 2: Conflictos matrimoniales retrasaban las obras y la leyenda del derrumbe de otro edificio de Miralles
- Capítulo 3: Una construcción contrarreloj desde la primera piedra hasta la última
- Capítulo 4: Goteras, Mundial y, de nuevo, cerrado por obras
- Capítulo 5: Dos primeros años de despilfarro, infrautilización y más defectos
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